jueves, 17 de mayo de 2012

La batalla de Stalingrado


Introducción
La batalla de Stalingrado marcó un antes y un después. Miles de jóvenes soviéticos entregaron sus vidas en las encarnizadas luchas que se vivieron edificio a edificio, piso a piso, cuarto a cuarto. Cerca de 500.000 soviéticos reposan desde entonces en Stalingrado. Gracias a ellos, el ejército alemán inició una lenta y agónica retirada que culminó en Berlín en 1945 cuando los sargentos Yegorov y Kantariya izaron la bandera roja de la victoria en la cúpula del Reichstag en ruinas.
  
La batalla de Stalingrado
Las causas del enfrentamiento con Rusia provienen de las diferencias entre las ideologías de ambas naciones, además de la política y el sueño hitleriano del " espacio vital " que tanto ansiaba Hitler para que la población alemana se desarrollase sin límites. Bajo estas condiciones Adolfo Hitler lanza un violento ataque contra la unión soviética teniendo que pelear en frentes occidentales y orientales;  pero, sin embargo, consigue un incontenible avance hasta llegar a Stalingrado en 1943, que estuvo a punto de caer, y que finalmente fue salvada solo por el cruel general invierno, el mismo que derrotó a Napoleón.

Tras el relativo fracaso de la invasión de 1941, que había conseguido importantes conquistas pero había fracasado en su intento de ocupar Moscú y Leningrado, Hitler, incapaz de lanzar en 1942 una ofensiva de igual magnitud, optó por pasar a un ataque limitado.
El ataque se dirigió hacia el sur con la finalidad de acceder al petróleo del Cáucaso. En un principio, la "guerra relámpago" alemana fue un total éxito y las tropas alemanas avanzaron vigorosamente. Sin embargo, hubo un momento en que el ejército alemán se dividió en dos objetivos: ocupar la ciudad de Stalingrado y continuar el avance hacia el sur, hacia el Cáucaso.
Esta división de fuerzas fue fatal ya que las tropas nazis se encontraron con una creciente resistencia soviética. Hitler decidió concentrarse en ocupar la ciudad que llevaba el nombre del dictador soviético.


En Agosto de 1942, el VI ejercito alemán, a las órdenes del general Friedrich Von Paulus, avanzo hacia Stalingrado, iniciándose así un periodo de terribles enfrentamientos callejeros al intentar sacar a las fuerzas rusas de la ciudad.
Antes del inicio del avance alemán, a los 500.000 habitantes de Stalingrado se habían unido 400.000 refugiados de otros lugares de Rusia. Pero cuando Paulus comenzó el asalto, todo ruso no útil para la resistencia había sido evacuado ya.

Esta batalla duró desde agosto de 1942 a febrero de 1943. El Ejército Rojo sólo empezó a ganar terreno a partir de noviembre de 1942, cuando rodeó al 6º Ejército alemán. Los jefes militares alemanes que dirigían la campaña pidieron autorización para lanzarse a un ataque que rompiese el sitio, pero Hitler les ordenó seguir donde estaban y hacer frente al Ejército Rojo desde una posición defensiva.

Hitler se proponía abastecer a los soldados sitiados desde el aire. El 6º Ejército necesitaba diariamente provisiones, municiones y otros suministros por un peso total de entre 1.600 y 2.600 toneladas, pero el mariscal Hermann Góring recibió la orden de enviar sólo 300 toneladas diarias. En los últimos días la media diaria fue de 100 toneladas. Antes del final de aquel año, las tropas alemanas atrapadas morían de desnutrición, hipotermia y enfermedades tales como el tifus, las fiebres tifoideas y la disentería.

El 10 de enero de 1943, como los alemanes se negaban a rendirse, el Ejército Rojo atacó, y esta terminó siendo la batalla más sangrienta de toda la guerra. Peor equipados y entrenados, los soviéticos pagaron un altísimo tributo de sangre. El 99 % de la ciudad de Stalingrado resultó destruida; y de sus 500.000 habitantes, sólo quedaron 1.500 después de la batalla. La orden de Stalin era "ni un paso atrás".

Las bajas militares también fueron muy elevadas por ambos bandos. Murieron 500.000 soldados soviéticos, además de 150.000 alemanes y rumanos. Pero la cifra de muertos no se detuvo tras el final de la batalla, porque de los 91.000 alemanes hechos prisioneros, más de 50.000 murieron de hambre y de frío a lo largo del mes siguiente. El 6º Ejército de Hitler había sido prácticamente aniquilad; se había derrotado al 6º ejercito,  el que en los primeros años había marchado triunfante por Europa.

Finalmente el 31 de enero de 1943, Von Paulus firmó la rendición. Acababa de terminar la batalla clave de la guerra. En adelante, el ejército hitleriano no cesó de retroceder en el frente oriental hasta su completa derrota en 1945. La batalla se considera la más sangrienta de la historia.

Anécdota:

Para proteger los flancos, el Alto Mando alemán ordenó al 48 Cuerpo Panzer que se desplazara unos 75 kilómetros hacia el noroeste. Su misión era taponar la brecha que amenazaba con aislar al VI Ejército, expulsando a los soviéticos que habían logrado establecerse en la orilla oriental del río Don. Dirigidos por el teniente general Ferdinand Heim, los tanques germanos iniciaron la marcha pero, tan sólo unos pocos kilómetros más adelante, los motores de varios carros comenzaron a arder. Sin esperar a conocer las causas de tan extraño fenómeno, el resto siguió su camino, pero al poco tiempo los motores dejaron de funcionar, por lo que la columna quedó detenida.Los sorprendidos mecánicos comprobaron que, en todos los motores, las cubiertas aislantes del sistema eléctrico habían desaparecido casi en su totalidad. La primera reacción fue culpar de la avería generalizada a algún acto de sabotaje, pero pronto se descubrió la respuesta; los culpables eran los ratones campestres que se habían alojado en los motores y que aún correteaban entre sus piezas.
Durante las semanas de inactividad, esos roedores se habían acomodado en el interior de los panzer, y habían estado devorando vorazmente las cubiertas aislantes. Ahora, los tanques de Heim se encontraban temporalmente paralizados por culpa de esos ratones.

Video: 


Bibliografía:












No hay comentarios:

Publicar un comentario